Después de las lluvias que por suerte antes o después llegan, también nos llegan las malas hierbas y el costoso trabajo de quitarlas, si no se pueden eliminar con herbicida por la proximidad con nuestros cactus además, solo son malas porque crecen en sitios donde no queremos, unas son parásitas, otras invasoras y la mayoría salen porque están en su casa y es su momento estelar, pero por desgracia para ellas no podemos dejar que prosperen, nos lo tenemos que tomar con filosofía, como el aviso de que llega el momento de hacer ejercicio “las flexiones tan recomendadas”, este ejercicio es gratis y el mas popular, no cuesta dinero y se puede hacer en cualquier lugar del jardín.
Pies separados
Soltar aire flexionando las piernas
Los brazos semiflexionados y la cabeza inclinada con suavidad hacia adelante
Utilizar las pinzas y subir el cuerpo inspirando en profundidad.
Al terminar el ejercicio hacer estiramientos con el botellín de cerveza
¡Y mucha paciencia que al final se acaban!
Malas hierbas
Malas hierbas
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- Yamal
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Re: Malas hierbas
Yo las dejaria crecer un poco para aplicarles el glifosato con pincel, esas tienen pinta de ser de las que caen con casi solamente olerlo.
Re: Malas hierbas
Yo también tenía este problema en un trozo de jardin (por llamarlo de alguna manera). La ventaja es que no tenía plantado apenas ningún cactus. Y cuando me daba cuenta, era imposible utilizar el método que aplica Lorquino, por lo que pasaba directamente a la fase cervecera.
Hasta que un día compré tres big bag de piedrecillas y después de arrancar todo aquello que no merecía la pena y sudar todas las cervezas que me había tomado mientras decidía qué hacía, le puse encima un buen grueso de piedras, con lo que ahora la mayoría deben morir antes de asomar, porque aparecen muy pocas.
Un día planté un tipo de aloe, era una planta muy pequeña, con lo que me quedó cubierto por las piedras. Hoy ha asomado sano y sigue creciendo.
(estaba harto de tener agujetas en las piernas por culpa de los hierbajos)
Hasta que un día compré tres big bag de piedrecillas y después de arrancar todo aquello que no merecía la pena y sudar todas las cervezas que me había tomado mientras decidía qué hacía, le puse encima un buen grueso de piedras, con lo que ahora la mayoría deben morir antes de asomar, porque aparecen muy pocas.
Un día planté un tipo de aloe, era una planta muy pequeña, con lo que me quedó cubierto por las piedras. Hoy ha asomado sano y sigue creciendo.
(estaba harto de tener agujetas en las piernas por culpa de los hierbajos)